El Smartphone es la nueva articulación que se ha auto-incorporado el ser humano. Es aquello que acompaña a las personas en su día a día y aun así, aún le queda recorrido. Por eso, el par smartphone y e-commerce debe estar más unido que nunca.
Tal vez sea por esto que el Smartphone y ecommerce hayan encontrado sus diferencias y no paren de discutir.
En este post hemos recogido un informe que ha realizado Universal McCann. El informe concluye que sólo el 31% de los 52.500 consumidores consultados cree que los omnipresentes smartphones se ajustan al 100% a las características del e-commerce.
En Marketing directo también se recoge que:
A la hora de comprar en internet, los consumidores dejan en un segundo plano a los smartphones y se decantan por los ordenadores desktop (67%), por los portátiles (66%) y por los tablets (46%).
En el escaso apetito que despierta el m-commerce en el consumidor influyen no tanto las pequeñas pantallas de los teléfonos inteligentes como la escasa usabilidad de las webs y las apps móviles de los retailers. A juicio del consumidor, este tipo de webs y de apps destaca en la mayor parte de los casos por su lentitud y su excesiva complejidad.
Sigue habiendo asperezas a día de hoy entre el comercio electrónico y los teléfonos inteligentes. Para acabar con ellas los retailers deberían poner toda la carne en el asador para acelerar la carga de sus webs y sus apps móviles. Así brindarían al consumidor una experiencia consistente en todos los canales y de no interrumpir la “customer experience”.
Si quieren acelerar sus conversiones en los dispositivos móviles, las tiendas online harían bien en prestar atención a los consejos que propone a continuación Universal McCann: