El community manager es uno de los perfiles más solicitados en el departamento de marketing de cualquier empresa. Sin embargo, existen algunas confusiones entre este perfil y otros relacionados con las redes sociales. Por eso, desde Weblidera queremos ayudar a arrojar algo de luz sobre este tema.
Un community manager es la persona responsable de la relación de una marca con su comunidad online. Esta comunidad online la forman sus clientes, clientes potenciales y seguidores. Se encarga de gestionar la identidad online de marca y crear relaciones estables con su comunidad. De ese modo, es una pieza clave en la difusión de contenidos de calidad y la gestión de la reputación online de la marca.
En ocasiones es una figura poco valorada por aquellos ajenos al sector. Lo cierto es que la imagen de una marca en Internet cambia radicalmente cuando depende de un community manager profesional. Estos profesionales deben tener cierto perfil y habilidades para ser capaces de llevar a cabo su trabajo con éxito.
Para empezar, debe ser una persona creativa, con gran capacidad comunicativa y que se mueva cómodamente en entornos digitales. La principal razón es que el mundo de las redes sociales evoluciona día a día y deberá adaptarse constantemente.
Una parte menos atractiva de este rol es la resolución de conflictos. Para ello, el community manager debe ser una persona empática y con capacidad de evaluación, análisis y resolución de conflictos.
En todas las actividades online de la empresa debe mostrarse amor hacia los productos y un lenguaje persuasivo que ayude a que los seguidores se enamoren de la marca. Para lograrlo, el community manager debe demostrar pasión hacia la marca.
Por último, debe ser una persona multitasking, con gran capacidad organizativa y de trabajo en equipo. También se valora positivamente que un community manager tenga conocimientos de marketing digital. Esto le ayudará a comprender el contexto de su trabajo y estar en contacto con las nuevas tendencias y la actualidad.
Aunque las funciones de un community manager pueden variar bastantes dependiendo del tamaño y el sector de la empresa a continuación vamos a hablar de las más comunes.
Para empezar, el trabajo de un community manager debe seguir siempre el manual de buenas prácticas de la empresa y hacerlo de manera profesional. Contrariamente a la creencia popular, un community manager hace mucho más que llevar las redes sociales de una empresa ya que su función principal es crear comunidad, es decir, crear valor a sus seguidores para que se fidelicen y la marca llegue a un público todavía más grande.
A efectos prácticos, el community manager debe seguir (o crear en su defecto) la estrategia y el plan de contenidos de la marca en redes sociales. Para conseguir sus objetivos lo hará de manera atractiva e interesante para su público poniendo atención en sus necesidades sin dejar de lado los intereses de la empresa.
Para saber cuáles son los intereses y las necesidades de su comunidad el community manager debe monitorizar constantemente el feedback de los clientes, interactuar con ellos y gestionar cualquier conflicto que pueda surgir.
El blog corporativo es una magnífica manera para los clientes de ampliar información y para la empresa de mejorar su posicionamiento orgánico (SEO). Esta puede ser otra función del community manager, curar y crear contenidos que les resulten interesantes.
Por otro lado, el community manager es en muchas ocasiones “los ojos” de la empresa en internet, monitorizando el sector (novedades, movimientos de la competencia, etc.) para identificar oportunidades y amenazas a tiempo. Sin embargo, no son solo las publicaciones de la competencia lo que deberá tener en cuenta ya que también medirá y evaluará las publicaciones de la marca según unas KPI definidas previamente que les ayudarán a tomar mejores decisiones.
Toda esta información deberá transmitirla a los correspondientes departamentos para elaborar un plan de acción y mejora.
Un buen community manager debe contar con una serie de herramientas para community managers que le ayuden a gestionar sus tareas, programar publicaciones y obtener métricas, entre otras cosas. A continuación, os hablamos de algunas de las más recomendables.
Para mejorar su organización existen diferentes herramientas como Trello (con versión gratuita) para definir tiempos y checkpoints de las diferentes tareas, asignarlas a responsables, etc.
Para la creación de contenido, además de las herramientas del pack Adobe como Photoshop o Illustrator, Canva es quizá la más usada. Cuenta con versión gratuita y permite crear publicaciones para redes sociales de manera intuitiva sin necesidad de conocimientos previos extensivos gracias a sus plantillas y recursos.
Para inspirarse, además de redes sociales como Tumbrl o Pinterest, hay herramientas como Google Trends en las que descubrir las tendencias mundiales de búsqueda en Google. ¿No sabes sobre qué hablar hoy? ¡Habla de lo que le interesa al mundo entero!
Para programar y analizar contenido existen algunas herramientas que permiten integrar la mayoría de las redes sociales. Un ejemplo es Metricool, que permite programar contenido en las redes sociales más populares para cumplir con el calendario de publicación. Además, integra analíticas de las diferentes redes sociales para tenerlo todo en una misma plataforma.