Una landing page es una página web diseñada con un objetivo concreto generalmente relacionado a una campaña publicitaria. Normalmente, se trata de una web diferente de la página web corporativa.
El diseño de este tipo de páginas web se debe abordar desde un punto de vista muy diferente al de una página convencional. El principal objetivo es conseguir convertir a los visitantes en clientes, es decir, que compren o rellenen un formulario. Por eso, desde el inicio, el diseño de esta abogar por la optimización de la conversión.
En la construcción de este tipo de páginas intervienen diferentes disciplinas: desde el diseño (colores, encapsulación de contenido o indicadores visuales) hasta la psicología (urgencia y escasez, confianza, prueba social). Debemos lograr que el cliente cumpla el objetivo para hacer más efectiva la inversión en medios. Para ello, deberemos facilitarle el camino con pocas opciones, bien organizadas y explicadas.
Además, más allá del la belleza estética se busca un diseño funcional en el que no haya puntos de fuga, se comunique un único mensaje y solo haya una acción que el usuario pueda hacer: la que interese al negocio.
Existen dos tipos de landing según el objetivo:
El proceso debería ser cíclico. Es decir: definir los objetivos, desarrollar la landing, lanzarla, recopilar información y crear hipótesos, hacer propuestas de cambio a partir de estas hipótesis, y volver a testear.
La base para optimizar una landing page es que sea única y específica. No tiene sentido mandar a los visitantes a la misma página en diferentes campañas. La principal razón es que el objetivo nunca será exactamente el mismo, o el público al que va dirigido, o la época del año… Por ejemplo, si el tráfico proviene de redes sociales irá a una landing mientras que si entra por email marketing irá directamente a la ficha de producto. ¿La razón? El correo ya ha convencido al cliente como lo haría la landing, así que el próximo paso es la compra.
Aunque las páginas de inicio de una web corporativa suelen ser las más importantes de la web no están diseñadas para convertir a un tráfico que llega de una campaña publicitaria. Estas páginas no suelen tener call to action claros y, además, suelen tener un gran menú y muchos caminos posibles para el visitante (a todo el contenido). Esto solo consigue que el cliente que distraiga y no compre. Además, de este modo es mucho más complicado medir los resultados de la inversión. Por ello, no debemos dirigir a ella el tráfico de campañas publicitarias.
Una landing page debe ser equivalente a un único mensaje. Para lograrlo, toda la información tanto textual como visual de la misma deben comunicar el mismo mensaje. Este mensaje, además, deberá corresponderse con el de los anuncios o otros formatos de campaña publicitaria para no decepcionar al cliente que hace clic en el anuncio.
El principal objetivo de este unidad comunicativa es que la audiencia tenga claro cual es el próximo paso y el camino que debe seguir para convertir. Que el recorrido del cliente por el embudo de ventas sea fluido desde la primera interacción hasta la conversión.
Desde los títulos y las descripciones hasta los elementos multimedia deben ir en consonancia. El título tiene que remarcar la Unique Selling Proposition, es decir, los puntos a favor de nuestro producto o servicio. Si la landing es muy larga se puede usar después titulares de refuerzo a mitad de la página que refuerce el beneficio principal o cuente otro e incluso un argumento de cierre a final de la página.
El texto del call to action también debe comunicar el mensaje ya que es el punto de inflexión entre conversión y rebote. Sobre el CTA hay mucho a tener en cuenta: el diseño debe destacarlo entre el resto de elementos. La posición puede variar dependiendo de cual sea el producto o servicio que se vende. De ese modo, por lo general lo más recomendable es poner above the fold, es decir, que se vea a primera vista sin tener que bajar (hacer scroll). Por el contrario, si es algo sobre lo que el cliente necesita información para comprarlo, el botón CTA se puede colocar below the fold e incluso en ambos sitios (con el primero redirigido hacia el segundo).
Los elementos multimedia son una de las partes más importantes de cualquier campaña publicitaria. Ayudan a captar la atención del público, a contar la historia, a mostrar los detalles de los productos o servicios, etc.
Es fundamental que los elementos multimedia apoyen el mensaje que se quiere comunicar. En el caso de la comercialización de servicios puede ser más difícil encontrar material multimedia. Una buena opción puede ser usar gráficos que representen lo que se vende. Por ejemplo: un ebook, una web, etc.
Los vídeos convierten un 17% más que el texto. Por eso, cada vez está más presente en todo tipo de plataformas. Los vídeos que mejor funcionan son aquellos en los que se muestra cómo usar el producto, el producto en su contexto de uso y sobre todo no debe abusar del texto.
Un visitante le dedica unos pocos seguros a una landing en los que hace una lectura en vertical y buscar las palabras clave que le interesan. Por eso, debemos redactar todos los textos de forma consciente para crear una historia interesante con palabras clave que llamen la atención del cliente de forma atractiva pero simple. Además, la comunicación debe hacerse de forma personal, transmitir la sensación de urgencia y generar conversación.
En cuanto a la comunicación de las características, se deben transformar en beneficios y estructurarlos en listas o puntos para ayudar al cliente a leer la información de forma rápida y clara.
Para aumentar la confianza de los clientes en tu marca necesitarás mostrarle una prueba social como por ejemplo opiniones de otros clientes, reseñas de productos, etc. También es recomendable incluir información como garantías o períodos de devolución que demuestren que la web es fiable y casos de éxito como métricas sociales o apariciones en prensa.
Esto es especialmente relevante según quien sea tu público objetivo si no está muy acostumbrado a comprar online o si tu empresa es nueva y se deberá incluir en la landing page ya que le da valor y sustenta la Unique Selling Proposition.
Las landing pages de leads son muy habituales. Sin embargo, para que funcionen correctamente es muy importante que el número de datos que se soliciten sea proporcional a la información o los beneficios que se ofrecen.
Está demostrado que cuantos más datos se piden menos convierte un formulario porque hay menos gente está dispuesta a dar esa información. Por eso, recomendamos solicitar únicamente la información necesaria para ese estado de la compra. Los campos más solicitados son el nombre y el email aunque esto depende mucho del tipo de producto o servicio.
El diseño es esencial para diferenciar el formulario del resto del contenido y conviene optimizarlo para que sea más fácil para el usuario. Un ejemplo claro de buenas prácticas es identificar claramente los campos obligatorios, ofrecer ayudas dinámicas y configurar el aviso de errores inmediato.
Como ya hemos comentado, el principal objetivo de una landing page es vender. Por eso, la cantidad de información debe ser la estrictamente necesaria para conseguir el objetivo.
El menú y los pies de página son el principal punto de distracción de todo visitante de una web por lo que no tienen cabida en una landing page. Del mismo modo, los pop ups están totalmente desaconsejados en este tipo de páginas web.
Cuando se hace una búsqueda en Google se espera obtener resultados relevantes para las keywords que se introducen. Por eso, asegúrate que tus landing aporten información relevante con respecto a la keywords por la que pujas. Mediante estas palabras recibirás el tráfico y, por tanto, las que esperará encontrar tanto en el copy como en las imágenes.
Por ejemplo, si las keywords son “hoteles en Madrid” la landing page no se debe titular “cosas que hacer en Madrid”. Esto solo conseguirá crear confusión en el visitante y producir que abandone.
Nuestra recomendación es pujar por palabras clave de gran impacto con un CPC bajo y con mucho volumen de búsquedas.
La práctica es lo único que puede hacer que algo sea perfecto. Por eso, las pruebas A/B son necesarias para que la campaña, y en concreto las landing pages, conviertan.
Para lograrlo, podemos hacer dos landing pages similares pero diferencias como por ejemplo: con dos colores diferentes, una con vídeo y la otra con foto, etc. Durante las primeras horas de la campaña hacemos pruebas para ver cuál convierte más.
Esto es muy útil cuando se está empezando o cuándo es un nuevo producto o cuando hay dudas sobre el contenido de la landing. Es más común de lo que parece y suele ser como copys del CTA, con los colores de los botones o con titulares.
La página post conversión o thank you page es la página a la que se redirige al usuario una vez efectuada la compra o conversión. Esta página no se debe descuidar ya que es un buen momento para lograr otros objetivos como por ejemplo conseguir seguidores en redes sociales, suscripciones a la newsletter e incluso que compren un producto relacionado.
Estos son algunos consejos para que las landing pages de nuestras campañas obtengan mejores resultados. Si necesitas ayuda de nuestros expertos Prestashop rellena este formulario y nos pondremos en contacto contigo.